miércoles, 25 de marzo de 2020

América latina mas allá de la colonialidad


Una visión de América Latina más allá de la colonialidad 

La presente reflexión se realiza en el marco de las exposiciones finales de Problemas fundamentales de la política, y tiene el objetivo de abordar la reivindicación de la identidad cultural latinoamericana, así como entender nuestra historia como continente. Esta última nos permite tomar consciencia acerca de la importancia de frenar el proceso de colonización que por tanto tiempo ha avanzado como un virus a lo largo de nuestro territorio.

En primer lugar, es importante reconocer los diferentes tipos de colonialización, ya que no solo se trata de adueñarse de un territorio sino de consumir una cultura y reducirla a cenizas. Entre estas, se encuentra la colonialidad del pensamiento que se encuentra implícita en cada aspecto de nuestras vidas y que controla nuestra forma de actuar y de ver el mundo. Un ejemplo de esto es cuando nos referimos a nosotros mismos como un país o un continente tercermundista o en “vía de desarrollo”; esto solo es una forma en la que demostramos subordinación y pone como evidencia el hecho de que siempre nos comparamos con el modelo occidental, queriendo ser como aquellos que nos arrebataron todo: nuestras creencias, prácticas culturales, cosmogonía y lenguas.

Si tomamos uno de estos ejemplos en concreto, como el caso de nuestras lenguas ancestrales, es evidente que al imponerse una lengua se impone una forma de ver el mundo. Esto ultimo ocurre debido a que habitar una lengua significa habitar una cultura, por lo que la imposición del español en Latinoamérica causo una reducción directa que provocó un sentimiento de negación de lo propio; ya que, incluso hoy en día, reconocemos al español como lengua de mayor prestigio que las indígenas, e incluso existe un ideal de superioridad del inglés como lengua civilizada que mueve el mercado impulsado por el proceso de globalización.

En este sentido, es necesario mencionar la existencia de la colonialidad del territorio, que subyace en el pensamiento y la ideología que sostiene el capitalismo, y que consiste en la apropiación forzada de los recursos (que le pertenecen a la población, no al gobierno, ni al sector privado) para lucrarse a partir de la explotación de la tierra. Este proceso es un engranaje básico del sistema capitalista, que se alimenta gracias a la plusvalía que genera la explotación laboral, y que lucra a un grupo reducido de terratenientes y dueños de los medios de producción.

La colonialidad, a su vez, se construye con base a ideologías como la nacionalista, que por definición genera un sentimiento de orgullo en defensa de una causa y refuerzan la idea de superioridad de una cultura frente a otra. Podemos tomar como ejemplo a Hitler y el nacismo alemán, pero esto no significa que sea el único nacionalismo que cobro la vida de millones de personas que consideraba inferiores: el nacionalismo que se impregnó en Estados Unidos durante la guerra fría es otro ejemplo claro de esto. Durante esta época, los estadounidenses creyeron firmemente en su gobierno y en el ideal de frenar el avance comunista en el mundo, que los llevaría hasta el punto crítico de la guerra de Vietnam. Durante esta guerra, Estados unidos envió una enorme cantidad de tropas a Vietnam del sur para frenar el comunismo del Viet Cong (guerrilla de vietnam del norte); sin embargo, con el paso de los años la situación en la guerra empeoro y la razón por la que Estados Unidos se mantuvo en el frente se redujo a un intento por salvar su orgullo y su posición de prestigio ante la comunidad internacional.

Luego de la invasión que se dio durante la guerra, los vietnamitas se enfrentaron al reto de reconstruir su cultura y forma de vida (que principalmente era rural y se basaba en las plantaciones de arroz). Esto debido a que los estadounidenses habían traído con ellos el dinero, la vida basada en el consumo y las dinámicas de mercado propias del capitalismo

Con este ejemplo, queda implícita la necesidad de que los continentes y culturas subordinadas al pensamiento occidental se unan y luchen por recuperar sus raíces ancestrales, así como la reivindicación de sus derechos. En el caso de Latinoamérica, continente que ha sido históricamente explotado, estamos en la obligación de aprender y enseñar la cultura de nuestras comunidades indígenas y hacer partes de sus luchas, reconociendo que no están peleando por ellos, sino por la reconstrucción de la identidad de todo un continente.

América latina mas allá de la colonialidad

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