lunes, 11 de noviembre de 2019

Cuadro Comparativo: Edad Antigua, Edad Media, Ilustracion

Edad Antigua
Edad Media
Ilustración

La Edad Antigua es el período historiográfico que se inicia aproximadamente entre el 4.000 y 3.000 antes de Cristo, con la aparición de la escritura y finaliza con la caída del Imperio Romano de Occidente, en el siglo V después de Cristo. Durante este periodo, en el ámbito político, existieron dos formas de gobierno fundamentales:

      La Ciudad: la Polis griega

La Polis era una pequeña comunidad independiente y con autogobierno, integrada por la ciudad y su territorio. Esta entidad soberana, poseía una economía básica agropecuaria, y su centro cultural y político estaba en la ciudad, la cual tenía un urbanismo y una arquitectura propios.

Política:

La política en la Polis se manejaba a través de tres principales instituciones:

Los magistrados: Eran los que ejercían el poder ejecutivo del gobierno, administrando y dirigiendo la Polis. Esta función no era ejercida a perpetuidad, sino que se asumía durante un año para evitar que se convirtieran en reyes. Sin embargo, estas magistraturas solían estar ocupadas por miembros poderosos y de la aristocracia.
Su nombre varía según la Polis. En Atenas y Beocia se llamaban arcontes, en Esparta éforos y en Mileto pritanos.

Los consejos: Su función era aconsejar a los magistrados en su tarea de gobierno. Dependiendo de la Polis, la función del consejo podía variar. Por lo general nombraban y aconsejaban a los magistrados. También podían hacer funciones judiciales y legislativas. Los consejos recibían distintos nombres: Areópago en Atenas, Gerusía en Esparta, Sinedrión en otras polis.

Las asambleas: Era la institución política en la que reposaba la soberanía del pueblo. Conforme se desarrolló la Polis, la asamblea fue adquiriendo más competencias y acabó ejerciendo un poder legislativo. Las asambleas también recibían un nombre distinto según la Polis: Eklesía en Atenas, Apella en Esparta, Ágora en Delfos y en Tesalia, Heliea en algunas polis del Peloponeso.

Estructura de la Polis:

Casi todas las polis compartían rasgos urbanísticos comunes:

- Acrópolis (o ciudad alta): Fortaleza o ciudadela fortificada que se construía aprovechando alguna elevación del terreno como la cima de una colina y era el lugar donde se resguardaban, en caso de conflicto bélico, todos los miembros de la comunidad (ciudadanos, artesanos, campesinos, mercaderes y esclavos) y donde se construían los edificios políticos, económicos y religiosos de la Polis. Algunas acrópolis se convirtieron en el centro religioso de la ciudad como sucedió en Atenas.

- Ágora o plaza pública: constituía el centro de la Polis en el que se concentraban la actividad comercial (mercado), cultural y pública. Era el lugar donde se reunían los ciudadanos. Solía ubicarse junto al puerto en las ciudades marítimas. El ágora ateniense estaba situada frente a la entrada de la acrópolis.

- Muralla defensiva que rodeaba los principales barrios de la Polis: Cuando el núcleo urbano era pequeño las murallas no eran necesarias porque los habitantes podían resguardarse en la acrópolis, pero conforme la ciudad crecía y se extendía surgía la necesidad de construir murallas. Algunas polis como Esparta nunca tuvieron murallas. En caso de guerra los vencedores solían imponer a los vencidos la demolición de todas las murallas y la prohibición de reconstruirlas.

        El Imperio: Roma

Roma contaba con un sistema político totalmente centralizado, caracterizado por ser absolutista, ya que toda la autoridad y el poder recaía sobre el emperador. Entre las características que se pueden destacar de este sistema de gobierno romano, están las siguientes:

  •      El emperador contaba con toda la autoridad, tanto a nivel ejecutivo, legislativo, militar, judicial y religioso.
  •     El senado actuaba como consejero del emperador, no tenía poder para tomar decisiones.
  •     Las asambleas mucho menos tenían autoridad ni poder, se realizaban a fin de preservar la tradición romana de los antiguos sistemas de gobierno.
  •     El mismo emperador tenía la autoridad de elegir quienes iban a ocupar los distintos puestos del magistrado.


Organización social:

La sociedad romana era muy diversa, y se crearon distinciones de clase que consistían básicamente en los siguientes niveles:

Patricios: Representaban la clase social más importante, la cual gozaba de todos los privilegios en sentido político, fiscal, judicial y cultural. Se les consideraba descendientes de los fundadores romanos, por lo que eran parte de la clase noble de Roma y hasta de Europa. Los patricios formaban parte del senado y contribuyeron al desarrollo del imperio romano de aquella época.

Plebeyos: Los “plebeyos” era el término que se le daba al pueblo en general que no gozaba de todos los beneficios del Estado, pero que luchaba por obtenerlos. Se les separaba de los patricios debido a que no podían demostrar que eran descendientes de los fundadores de Roma, por lo que se creía que no tenían sangre romana como tal.

Libertos: Estos representaban a los esclavos que habían sido liberados por sus dueños, algo que se hacía por distintas razones. En este aspecto, se puede mencionar el caso de muchos gladiadores que fueron liberados por el emperador después de que ganaran batallas importantes en los coliseos romanos.

Esclavos: Los esclavos eran aquellos prisioneros tomados de las guerras ganadas contra los distintos pueblos que dominó el imperio romano. Estos se ponían a la venta en mercados de esclavos, justo como si fueran un producto, donde gente influyente o con riquezas dentro de los plebeyos o patricios los adquirían. Pero cabe destacar que esta esclavitud era sobre todo una clase social, la más baja, de la cual se podía salir pagando por la libertad u obteniéndola por parte de los amos.

Tras la desintegración del Imperio Carolingio, la debilidad de los reyes se hizo evidente. Sus sucesores se vieron obligados a ceder gran parte de su autoridad a los condes y marqueses, para obtener su apoyo. Para asegurarse la lealtad de estos nobles, los monarcas les entregaron tierras: los feudos.

Por otro lado, las invasiones de vikingos, sarracenos y húngaros aumentaron la inseguridad general, lo que obligó a los reyes a encomendar a los nobles la defensa de sus territorios.

La crisis del poder y el clima de inseguridad, sumados a la decadencia del comercio y de la industria, contribuyeron al nacimiento de un nuevo sistema social, económico y político, el feudalismo, y de una institución: la caballería.

El feudalismo fue el sistema de organización política, social y económica preponderante en la Edad Media. Con el feudalismo, se creó un nuevo sistema que permitió el equilibrio y la ayuda mutua entre la realeza y la nobleza, dando lugar a un nuevo reparto de poder y riquezas. El modo en el que lo desarrollaron fue el vasallaje, subordinación de los segundos respecto a los primeros.

En este «pacto» se establecían relaciones mutuas, en las cuales el vasallo recibía una tierra donde habitar, sumado a protección militar. A cambio de esto, el vasallo entraba en una relación de dependencia con el señor feudal, debiendo trabajar la tierra y tomar las armas en defensa de su señor en caso de ser necesario. Además, debía pagar tributo de su cosecha o producción.

Al ser un contrato voluntario, no se trataba de una relación de esclavitud (ya que el señor tiene obligaciones con sus señores), pero tampoco podemos hablar de hombres libres, ya que no podemos decir que las condiciones eran de igual beneficio para ambas partes: Los campesinos que se volvían vasallos no tenían más opción que aceptar, debido a sus condiciones de pobreza.

Las actividades económicas eran bastante restringidas y consistían principalmente en la agricultura. La producción era básicamente artesanal, ya que todavía no existía la industria. Uno de los rangos más distintos de la Edad Media con la Modernidad es la aparición de la industria.

Características del feudalismo:

El feudalismo no evolucionó de igual manera, ni surgió ni terminó al mismo tiempo en Europa Occidental. Sin embargo, este sistema social, económico y político tuvo características similares en todos los países:

·         El poder central desapareció y se fragmentó en los distintos feudos. En ellos, el señor acaparó las funciones propias del Estado, como, por ejemplo, legislar, imponer impuestos y administrar justicia.
  •      Los lazos de dependencia se hicieron personales: desapareció la concepción del hombre ligado a un estado y a unas leyes territoriales y se originó la dependencia de un hombre con respecto al otro.
  •      La tierra adquirió una enorme importancia económica, Por eso, la agricultura fue la base de la economía. La vida rural predominó frente a la urbana.
  •      La economía fue de autoconsumo, pues cada feudo consumía única y exclusivamente lo que producía.
  •      La sociedad, fuertemente jerarquizada, fue dominada por dos grupos sociales privilegiados: la nobleza y el clero.
  •      La Iglesia católica se consolidó como una institución de enorme poder religioso, político y económico.


Por otra parte, durante la Edad Media la Iglesia Católica conquistó y mantuvo un gran poder. Poseían el poder económico, adquirido con grandes donaciones de tierras hechas por los creyentes a cambio de recompensas posibles en el cielo. Se estima que la iglesia católica llegó a controlar un tercio de las tierras de labrantío en Europa occidental. Por lo tanto, era una gran señora feudal en un momento cuando la tierra constituyó la base de la riqueza de la sociedad.

La vida cotidiana estaba impregnada de pequeños rituales católicos, que demostraron el gran poder de la religión. Desastres y epidemias se atribuyen generalmente al diablo y se resolvieron a través de exorcismos, signos de la cruz y otros simbolismos católicos. El poder de la iglesia se distinguió de los demás, ya que además del territorio bajo su jurisdicción política, ella tenía el poder espiritual sobre casi todo el territorio europeo.

La ciencia quedaba limitada al conocimiento religioso. Este dominio, construido durante la Edad Media, debía estar presente en la vida de diferentes estratos sociales. Era la Iglesia que representaba por su función religiosa la seguridad a la población medieval aterrorizada con la muerte, y sobre todo, con lo que pudiera ocurrir después de la muerte. La falta de alimentos de subsistencia, las enfermedades y las condiciones serviles extenuantes eran atenuadas y toleradas por la población por un mensaje religioso. Esa influencia al principio puramente espiritual pasa a extenderse para el ámbito político, en la medida que eran los papas quienes coronaban a los emperadores en las ceremonias de consagración.

Algunos miembros de la Iglesia Católica eran extremadamente importantes para la preservación de la cultura. Los monjes copistas dedicaron su vida enteramente a copiar y guardar el conocimiento de las civilizaciones antiguas, sobre todo, de los sabios griegos a quienes admiraron. Gracias a los monjes, esta valiosa cultura se conserva en la actualidad. La cultura en la Edad Media fue fuertemente influenciada por la religión católica. Las pinturas, esculturas y libros fueron marcados por el tema religioso. Las vidrieras de las iglesias trajeron escenas bíblicas, porque era una forma didáctica y visual para transmitir el evangelio a una población compuesta casi en su totalidad por personas analfabetas.




El ideal de la Ilustración fue la naturaleza a través de la razón. En realidad, no es más que el espíritu del Renacimiento llevado hasta sus últimas consecuencias, en manifiesta oposición con lo sobrenatural y lo tradicional. El Ilustrado llegaba al amor al prójimo partiendo de la razón y no de la Revelación.

La ilustración es la ideología y la cultura elaborada por la burguesía europea en su lucha con el absolutismo y la nobleza. También puede ser definida como la culminación del racionalismo renacentista. Se trata de un fenómeno iniciado en Francia, que se va extendiendo por toda Europa a lo largo del siglo XVII. La Ilustración es la postura crítica que adopta la burguesía frente al orden establecido.

El término burguesía fue empleado en la Edad Media para designar al grupo social compuesto esencialmente por comerciantes, artesanos libres y personas no sometidas a la jurisdicción señorial que vivía en las ciudades. En la actualidad es utilizado coloquialmente para designar a la clase social integrada por quienes disfrutan de una acomodada situación económica.

La burguesía es un sector social nacido del ejercicio del comercio, que tomó su nombre por vivir en las ciudades (burgos). Como grupo comenzó a existir desde fines del medioevo, pero logró su máximo poder luego de que la Revolución Industrial les permitiera acumular considerables sumas de dinero. Fueron los burgueses los que lideraron la Revolución Francesa, y terminaron con el privilegiado y estático Antiguo Régimen.

En el siglo XIX la industrialización y las revoluciones liberales le otorgaron el poder económico y político. Los revolucionarios socialistas y anarquistas consideraban a la burguesía la clase que, frente al proletariado (los obreros), ostentaba la propiedad de los medios de producción (capital dinerario, máquinas, materias primas, las fábricas, inmuebles urbanos, tierras, etc.)

Sin embargo, la burguesía decimonónica como clase social era muy heterogénea y en su seno podían distinguirse los siguientes grupos:

La Alta burguesía:

Situada en la cúspide de la sociedad capitalista. Controlaba las industrias, la banca, el comercio y los altos cargos de la administración del Estado. Se adueñó de muchas tierras procedentes de la Iglesia y la nobleza arruinada, transformándose en terrateniente. Familias de significada relevancia durante el siglo XIX fueron los Rothschild (banqueros y comerciantes), los Krupp (magnates de la siderurgia), los Thyssen o los Péreire.

La burguesía media:

También conocida por "clases medias". Estaba integrada por profesionales de alta cualificación (abogados, ingenieros, intelectuales, profesores universitarios, miembros de profesiones liberales, etc.), comerciantes, agricultores acomodados, etc.

La pequeña burguesía:

Constituida por pequeños comerciantes, artesanos, funcionarios de nivel medio-bajo, empleados diversos. Imitaba las formas de vida de la burguesía alta y media. En realidad, se encontraba a un paso de la proletarización. Buena parte de los problemas que aquejaron a este colectivo coincidían con los de los trabajadores. Junto a ellos intervinieron en protestas, demandas y reivindicaciones comunes, como ocurrió durante la Revolución de 1848.

Será la burguesía la que asuma el protagonismo en este siglo, que se enfrenta al sistema político-social establecido, aspiran a destruir el denominado “Antiguo Régimen” sintetizado en el absolutismo y los privilegios de la nobleza y clero, elabora una cultura nueva: la Ilustración.  

Destruido definitivamente el sistema político del absolutismo monárquico, luego de las oleadas revolucionarias del siglo XIX, esta clase social, ocupó democráticamente en el mundo capitalista, los cargos gubernamentales relevantes, reuniendo el poder político y económico. Opuesto a este enorme poder burgués dado por la propiedad privada de los medios productivos, se alzará la ideología del comunismo, que dividió, especialmente durante la Guerra Fría, al mundo en dos bloques, hasta la caída de la URSS.

En lo concerniente a las relaciones internacionales europeas, apareció un sistema político llamado a tener un gran predicamento: el equilibrio europeo. Esta fórmula, propugnada por Inglaterra, representaba el instrumento político del naciente imperialismo británico. A través de este sistema, Inglaterra lograba eliminar cualquier rival peligroso en el continente, enfrentándolo con otra potencia o con una coalición, mientras que su flota se imponía en el Océano y sus tropas conquistaban la supremacía en el mundo colonial. En este sentido, no hay duda de que el siglo XVIII inició la preponderancia política inglesa, como el siglo XVII había sido de predominio francés y el XVI, de auge español.

Revoluciones Burguesas:

Las revoluciones burguesas fueron movimientos revolucionarios dominados por el sector social de la burguesía, que tuvieron lugar en distintos escenarios desde finales del siglo XVIII y hasta el período de la Primera guerra mundial (1914-1918).

El ejemplo paradigmático es la Revolución Francesa (1789), aunque también ingresan en esta categoría historiográfica la revolución de 1848 en distintas zonas de Europa o los procesos de independencia en las regiones americanas bajo dominio hispano. Algunas corrientes sostienen que su origen puede remontarse al nacimiento de la burguesía europea en el ámbito urbano medieval.

El fin de este período es marcado por los historiadores con la eclosión de la Revolución Rusa en 1917, que a diferencia de las revoluciones burguesas (también llamadas revoluciones liberales) contó con un papel vital del proletariado y el sector obrero. El propósito final de las revoluciones burguesas era acabar con las limitaciones impuestas por el absolutismo monárquico para el desarrollo de la burguesía (clase media acomodada).

Inspirada en las ideas de la Ilustración, la clase burguesa buscaba liberar su fuerza productiva y económica, lograr el ascenso social y alcanzar espacios de poder político.






Fuentes:
Edad antigua

Edad Media

Ilustración

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