lunes, 11 de noviembre de 2019

Ficha RAE: La Ciudad de Dios- San Agustín

Información General
Título y subtitulo
La Ciudad de Dios
De civitate Dei contra paganos- La ciudad de     Dios contra los paganos
Tipo de documento
Libro
Acceso al documento
La Ciudad de Dios. (s.f). [e-book] libros clásicos. Recuperado de https://historicodigital.com/download/la-ciudad-de-dios.pdf
Autor(es)
San Agustín de Hipona
Ciudad
Cartago (ejemplares dirigidos a Firmo)
Año
426 d.C
Palabras Claves
Ciudad, Dios, hombre, colectividad, pecado, corrupcion, ley, bienes, disfrute, uso, egoísmo, soberbia, humildad, respeto, conflicto, poder, voluntad, libertad.
Categoría(s) con la que se relaciona
Causas de la caída del imperio romano, cristianismo, paganismo, ley divina


Resumen
“La ciudad de Dios” surge como una respuesta hacia aquellos que afirmaban que el principal responsable de la caída del imperio romano era el cristianismo. En este libro, San Agustín argumenta que la verdadera razón de la caída de roma fue la corrupción y el pecado de los hombres, quienes la condenaron a la destrucción en el momento en el que decidieron seguir a sus dioses inventados e ignorar al verdadero Dios: "quieren anteponer sus dioses los ciudadanos de
la Ciudad terrena, sin advertir que es Dios de los dioses" (Agustín de Hipona, 426, p. 309).

Teniendo en cuenta que los dioses inventados son solo un reflejo de la naturaleza pecaminosa de algunos hombres, se puede entender la razón de la existencia de muchos gobernantes tiranos, que solo buscan quebrantar la paz con tal de conseguir poder y bienes materiales que pretenden usar para su propio beneficio. Debido a esto, cualquier gobernante tiene el deber de utilizar el poder como una herramienta, y no como un fin, que le permita otorgarle bienestar al pueblo, y direccionarlo para que este logre conocer la ciudad de dios, una vez llegada la muerte.

Con base a lo anterior, San Agustín afirma que la principal tarea del hombre es convertir a la ciudad terrenal en una constante búsqueda de la ciudad eterna o ciudad de dios. Para cumplir con esta labor, los hombres deben hacer un correcto uso de la libertad y la voluntad que Dios les ha entregado, y la única forma de lograrlo es entendiendo la diferencia entre los bienes que solo son de uso, y los bienes divinos que existen para ser disfrutados.

Se afirma que el mayor error del hombre es confundir estos dos tipos de bienes y, de esta forma, creer encontrar la felicidad en bienes que solo deberían ser de uso (tales como el poder y el dinero) que resulta siendo una felicidad efímera y corrupta. Debido a esto, se puede inferir que la única forma en la que el hombre puede encontrar la felicidad eterna es orientando toda idea de poder político y de justicia dentro de la ciudad terrenal, en función de la ley divina.

En conclusión, se afirma que la ciudad de dios y la ciudad del hombre se encuentran en un eterno conflicto: entre aquellos que procuran seguir la ley de dios y los que ponen su fe en dioses inventados; entre los que usan el poder como una herramienta para alcanzar el bien común y quienes lo utilizan para alcanzar el propio; entre la paz y la guerra; entre lo divino y lo pecaminoso. Toda la existencia del hombre se resume en un intento de conciliar estos aspectos y entre más luche para alcanzar la ley divina, más posibilidades tiene de conocer la ciudad de Dios en toda su plenitud.

Contenidos
  •    El autor analiza el funcionamiento interno del imperio romano, argumentado que su naturaleza corrupta y pecaminosa fue la que la llevo hacia su caída como imperio
  •      Siendo Roma un claro ejemplo, se profundiza en el origen y en los aspectos generales que componen a la ciudad de los hombres y que causan su putrefacción y decaimiento.
  •      De esta forma, se realiza un contraste con la ciudad de Dios, que es el otro extremo de la ciudad del pecado en la que suelen vivir los hombres, y que tiene como pilares la búsqueda del bien colectivo y el respeto por la dignidad, todo esto en función de la ley de Dios


Metodología
Para contextualizar y profundizar la idea de La Ciudad de Dios y la Ciudad de los Hombres, se realiza un análisis filosófico, histórico y crítico sobre la estructura política del Imperio Romano y todos los factores que lo llevaron a su decaída. Adicional a esto, se utilizan relatos bíblicos tales como el pecado original y la historia de Israel, para explicar el origen y contraste entre la Ciudad de Dios y la Ciudad de los Hombres.
Conclusiones
  •      Los gobernantes siempre deben destinar su poder en beneficio del bien común, utilizándolo como una herramienta para lograrlo y no como un fin último que solo los beneficie a ellos mismos.
  • El hombre debe aprender a diferenciar entre los bienes que se disfrutan por sí mismos y aquellos que solo se utilizan. En evitar la confusión de estos, yace la clave para acercarse cada vez más a la ciudad de Dios.
  •      La ciudad de dios es aquella que trasciende, que se eleva por sobre todo lo terrenal, y que por su pureza debe ser el fin último de cualquier ciudad terrenal.

  •      La devoción incondicional hacia Dios y la búsqueda del bien colectivo, son los pilares principales de la Ciudad de Dios.

  •     La ciudad de los hombres (en la que priman los intereses egoístas y la fijación en cosas banales) y la ciudad de Dios (que se basa en la devoción incondicional hacia Dios y en la búsqueda de un bien colectivo) siempre estarán en una constante lucha que termina por definir el destino de todos los hombres.


Fuentes / Referencias
Francisco Montes de Oca. (s.f). libros clásicos: La Ciudad de Dios [Introducción]. Recuperado de https://historicodigital.com/download/la-ciudad-de-dios.pdf

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